El programa 40 mil primeros empleos, es una estrategia que implementó el Gobierno Nacional, más específicamente el Ministerio de Trabajo y surgió en abril de este año con la resolución 347. Después de analizar las cifras y los indicadores frente al mercado laboral, se encontró que 9 de cada 10 vacantes está solicitando personas con experiencia laboral y 5 de cada 10 solicitan que la experiencia laboral sea superior a un año.
Cuando el Ministerio de Trabajo revisó los indicadores, encontró que las posibilidades que tienen los jóvenes recién egresados de cualquier nivel formativo (bachilleres, técnicos, tecnólogos y profesionales), son solamente 1 entre 10 y por eso se creó el programa. El principal propósito es movilizar la inserción laboral de los jóvenes y que adquieran un año de experiencia laboral.
El Observatorio de Graduados, tuvo contacto con la Coordinadora de Mecanismo de Protección al Cesante de Confa, Ángela Consuelo Montes, quien indicó que en el programa pueden participar todos los jóvenes egresados entre los 18 y los 28 años de edad, en cualquier nivel formativo y que no tengan experiencia laboral o que teniéndola no haya superado los 6 meses. Es importante tener en cuenta que esa experiencia laboral debe estar certificada o se tiene en cuenta si el joven ha realizado aportes a la seguridad social, “pero no pueden tener más de seis meses de cotización al sistema de seguridad social y en salud”, añadió.
Además, pueden participar todas las empresas que tengan cámara de comercio y como mínimo tengan un año de estar legalmente constituidas. Los jóvenes y las oportunidades laborales, se dan dependiendo de las vacantes que generen las empresas, pues solo serán convocados aquellos que se ajusten a las necesidades de las mismas.
A través de los recursos que poseen las cajas de compensación, se le entrega al empresario durante seis meses un subsidio de vinculación laboral y los otros seis meses ya corren por cuenta de cada empresario.
Por otro lado, las vacantes de calidad deben atender a varios criterios. En primer lugar, la formación tiene un gran porcentaje que pesa en el proceso, pues es la formación que el joven va a recibir dentro de la empresa. La experiencia laboral es la que permite crear hábitos y protocolos que se deben aprender de forma pertinente para generar satisfacción tanto en el joven como en el empresario. En segundo lugar, cada joven debe tener un tutor. La vacante evalúa el número de jóvenes que va a tener a cargo cada tutor y este debe tener suficiente tiempo para apoyar al joven que esté en el proceso formativo.
Una vacante de calidad también tiene que ver con la oportunidad en el pago de las prestaciones sociales y el salario que se pacta inicialmente con el joven y es aquella que le permite al joven aplicar sus conocimientos y aprender.
Los dineros para la ejecución del programa, en este caso los maneja Confa, tienen una asignación de aproximadamente 6 mil millones de pesos. Esos recursos vienen de las no ejecuciones del año anterior. “Los recursos que no se ejecutaron en todo lo que es el mecanismo de protección al cesante, hoy se están llevando para 40 mil primeros empleos y ese dinero de acuerdo con los porcentajes que estimó el Ministerio de Trabajo, alcanzan para suplir 650 cupos en Manizales y el departamento de Caldas”, expresó Ángela Consuelo Montes.
Si se da un caso de renuncia por parte del joven que esté vinculado al programa, no se podrá volver a presentar a otras vacantes, pues tuvo la oportunidad de participar y renunció al proceso. A la empresa, se le pagan los gastos en los que haya incurrido por los salarios del joven, siempre y cuando haya sido por debajo de los seis meses que contempla el programa.
Todas las empresas que quieran hacer parte del programa, deben estar registradas en la Agencia de Empleo de Confa, para lo cual pueden hacerlo a través www.confa.co o directamente a las líneas telefónicas 8783111 ext. 2734 o 2735.
Es importante que las empresas tengan en cuenta que las vacantes deben pasar por unas calculadoras de vacantes y debe cumplir con unos indicadores. Si puntúa por encima de seis, le es otorgado el cupo a la empresa.
El proceso de selección de los jóvenes tiene varios pasos. Primero un joven para poder estar en el programa, debe firmar un acuerdo con unos compromisos debe capacitarse durante 40 horas en competencias que se requieren para el mundo del trabajo.
Adicionalmente, se valida que no exceda los seis meses de experiencia laboral o que si excediéndolos, se pueda certificar que trabajó en otras ocupaciones distintas a la que estudió.
Posteriormente, el joven que realice ese proceso y finalice la capacitación, es el que se evalúa y se remite a las diferentes vacantes de acuerdo con el perfil que tenga y es la empresa la que hace el proceso de selección y define qué joven cumple con el perfil.
Para los salarios, hay una escala definida desde el Ministerio de Trabajo para cada nivel educativo. En bachilleres es un salario mínimo; en técnicos laborales o profesionales son 700 mil pesos; en tecnólogos son 750 mil pesos y en profesionales son 900 mil pesos, esto con todo el factor prestacional.
El empleador debe ofrecer las vacantes y seleccionar a los jóvenes en el tiempo estimado; es decir, después de que se firma el convenio con la caja, la empresa en un término no superior a tres semanas, debe hacer el proceso de selección. También tiene como responsabilidad, asegurar el cumplimiento de las condiciones de la vacante que se pactaron en el momento de su publicación; porque la vacante hace parte del convenio entre la caja y la empresa y es sobre el cual, la caja hace el seguimiento para poder identificar si ese empresario cumple las condiciones y se le puede entregar los dos desembolsos que se tienen dentro del programa.