Manizales, martes 2 de diciembre de 2025. Sindey Carolina Bernal Villamarín, egresada del Doctorado Formación en Diversidad de la Universidad de Manizales, obtuvo la distinción Summa Cum Laude por su trabajo de grado “Historias de emociones para la co-creación de historias de resiliencia”. La investigación fue dirigida por el profesor Guillermo Orlando Sierra Sierra y evaluada por los profesores Alexandra Sierra Rativa, Yunuen Zalapa Medina y Gonzalo Tamayo Giraldo, este último director del doctorado.
Su proyecto, dedicado a explorar la co-creación con estudiantes para promover procesos de resiliencia mediante herramientas digitales y análogas, nació de una experiencia profundamente humana y pedagógica.
“Mi motivación nació de una historia real que necesitaba ser escuchada”: Sindey Bernal
“La inspiración surgió al querer involucrar a mis estudiantes como “prosumidores”, con un rol activo en la creación. Particularmente, me marcó la historia de una estudiante que se lastimaba y que encontró en la escritura una forma de expresar su tristeza. Me contó que esas emociones venían desde la infancia, y eso me llevó a indagar más. Al hablar con colegas y con niñas y niños de primaria, descubrí que la tristeza, la ira y otras emociones son frecuentes y representan retos para el desarrollo del “ser”, que es esencial para conectar con el “saber” y el “hacer”, explica Bernal.
El poder del juego, la narrativa y el “nosotros”
El proyecto permitió co-crear, junto con las y los estudiantes, un recurso digital y otro análogo para fomentar narrativas de resiliencia mediante la metáfora del “quinto elemento”: la resiliencia. Entre los principales hallazgos, se destacan:
Identificar emociones como tristeza, miedo, enojo o ansiedad y acompañarlas hacia estados de calma favorece las narraciones centradas en aprendizajes y fortalezas.
Las historias de resiliencia se construyen desde recursos internos y externos, tomando como base el modelo de Grotberg (1995).
La estrategia evolucionó desde el “yo tengo, yo soy, yo puedo, yo estoy” hacia un enfoque colectivo: “nosotros tenemos, nosotros podemos, nosotros somos, nosotros estamos”.
La co-creación en el juego se convirtió en una sinergia que generó nuevos mundos, narrativas y significados compartidos, tal como plantea Levin (2008).
Las narrativas transmedia facilitaron la exploración emocional a través de personajes y situaciones creadas por los propios estudiantes.
Escuchar las historias de otros permitió modificar creencias previas, fomentando la empatía y fortaleciendo vínculos.
Crear espacios donde cada persona encuentre “su chispa”
Bernal enfatiza en que su propósito es transformar los contextos educativos mediante escenarios de co-creación, donde se potencie el desarrollo del ser y la gestión emocional.
“Quiero que cada persona encuentre su quinto elemento: esa chispa que inspira, motiva y llena de energía para avanzar en medio de los retos”, afirma.
Un viaje creativo y colectivo
Para Sindey, el Doctorado Formación en Diversidad significó una experiencia transformadora:
“Fue una oportunidad maravillosa para co-crear ideas, aprender de profesores excepcionales y tejer redes con compañeros de distintas regiones. Me permitió llevar la teoría a la práctica e integrar mis pasiones por la tecnología y la educación. Elegir este doctorado fue la mejor decisión: hoy soy una docente más creativa y prosumidora”.
Agradeció a sus profesores, compañeros de cohorte, familia y amigos por acompañarla en este proceso, así como a sus estudiantes y colegas “que hacen parte de esta aventura llamada vida”.
Su investigación está dedicada a su abuela, Teresa Muñoz de Bernal:
“Vive para siempre quien nunca se olvida”.