Andrea Ortiz López no necesitó mapas ni indicaciones el día que llegó por primera vez como estudiante a la Universidad de Manizales; conocía cada rincón porque desde niña, su infancia transcurrió entre oficinas de la institución, salas de juntas donde solía quedarse dormida, y celebraciones decembrinas organizadas para los hijos de los colaboradores.
Hoy, más de una década después, es estudiante de segundo semestre del Programa de Psicología y camina por los mismos pasillos, no como visitante, sino como parte de la comunidad universitaria. Lo hace mientras su madre Ana María López, quien lleva años trabajando en la UManizales, se prepara para pensionarse.
La idea de estudiar psicología surge del ejemplo de su hermana, pues de niña participaba en sus trabajos académicos, pero, además, lo hace influenciada por una vocación profunda de acompañar y ayudar a los demás.
Andrea se ha integrado a las actividades culturales de la universidad. Hace parte del grupo de baile, con el que ha representado a la institución en eventos internos y externos. También disfruta de la sala de música, el gimnasio y el campus como un todo, espacios que le han servido para crecer, no solo como estudiante, sino como persona.
El futuro lo imagina en escenarios donde la psicología se conecte con lo corporal, lo artístico, lo emocional. Quiere explorar en lo deportivo y trabajar con el movimiento, el ritmo, la salud mental y el bienestar.
Y aunque está apenas comenzando su camino profesional, siente que ya hace parte de una historia más grande, la historia de una familia que encontró en la UManizales no solo un lugar de trabajo y estudio, sino un verdadero hogar.
“Mi mamá ha sido muy alegre, muy humana, y sé que deja una huella linda. Para mí es un orgullo seguir su camino, aquí donde todo comenzó”.
Te invitamos a conocer la historia de Ana María López: https://www.umanizales.edu.co/umedia/ana-maria-lopez-la-raiz-de-una-historia-universitaria-que-se-multiplica
