La econometría se considera un pilar empírico en la investigación económica y social que se adhiere rigurosamente al método científico. David Hendry, un reconocido economista de la Universidad de Oxford, publicó en 1993 el libro "Econometría: ¿alquimia o ciencia?", en el que presenta un exhaustivo estado del arte que ayuda a comprender el marco conceptual de la econometría y su evaluación.
Siguiendo la línea de pensamiento de Hendry, este análisis tiene como objetivo proporcionar evidencia en defensa del método econométrico, destacando su relevancia como herramienta fundamental en la investigación social. Para ello, es necesario hacer una revisión histórica sobre el surgimiento de la econometría, cuyas raíces se encuentran en el siglo XIX. Este desarrollo fue posible gracias a los avances en la economía matemática, que hasta entonces había sido un conjunto de herramientas y técnicas matemáticas para formular teorías y modelos económicos. Estos avances fueron impulsados por los trabajos de Antoine Cournot, León Walras, William Stanley Jevons, Francis Edgeworth y Vilfredo Pareto, entre otros. La consolidación de la econometría se produjo en el siglo XX con la creación de la Cowles Commission. A continuación, una cronología histórica del desarrollo del método econométrico en relación con algunos hitos históricos significativos:
- Fundación de la Econometric Society (1930): esta sociedad fue establecida en Estados Unidos por un grupo de científico destacados, incluyendo a Charles Roos, Irving Fisher y Ragnar Frisch (quien acuñó el término "Econometría" en 1926), con la intención de establecer estándares metodológicos para la validación empírica de la teoría económica y así aportar para elevar la economía al estatus de ciencia mediante comprobación de hipótesis que superaron el hasta entonces modelamiento abstracto y meramente teórico.
- Creación de la Cowles Commission (1932): establecida con el objetivo de avanzar en el estudio científico de la teoría económica, la Cowles Commission transformó la econometría al elevar su rigor científico y proveer herramientas para analizar relaciones económicas complejas; su legado perdura gracias al diseño de políticas durante la post-Segunda Guerra Mundial. La Cowles Commission unió la teoría económica neoclásica con métodos estadísticos avanzados, creando un marco para modelos formales y contrastables.
- Primera edición de la revista econométrica The Journal of the Econometric Society (1933): se convirtió en la publicación más influyente en el campo de la econometría, dedicada a los desarrollos más significativos relacionados con el método econométrico. La revista estableció estándares metodológicos que exigían rigor en la estimación de los modelos econométricos, constituyéndose en la principal fuente de diseminación de los avances técnicos de la econometría.
Posteriormente, se destacan las contribuciones de Trygve Haavelmo y Jan Tinbergen (Nobel 1969), quienes introdujeron el enfoque probabilístico y modelos macroeconómicos dinámicos, respectivamente. El artículo de Trygve Haavelmo (The Probability Approach in Econometrics, 1944), publicado en la revista econométrica, sentó las bases para incorporar incertidumbre y aleatoriedad en los modelos, un verdadero cambio paradigmático. Sus avances transformaron la econometría en una metodología robusta, capaz de vincular teoría económica, matemáticas y estadística para cuantificar relaciones entre variables relevantes, consolidándose como un método científico real.
En términos epistemológicos, la econometría combina teoría económica con datos empíricos, permitiendo validar hipótesis y teorías mediante el análisis estadístico, lo que proporciona una base sólida al método científico y garantiza precisión y consistencia en los resultados. En el ámbito axiológico, la econometría ofrece herramientas para la toma de decisiones informadas sobre políticas económicas y sociales, siendo relevante en la evaluación de políticas y estrategias que promueven la eficiencia del gasto gubernamental, la reducción de la pobreza y la mitigación de desigualdades.
Existe una crítica purista que cuestiona la capacidad de la econometría para validar resultados inequívocos. Las principales objeciones son: 1) En economía no hay constantes universales como en las ciencias naturales, dificultando la aplicación de modelos econométricos exactos y 2) La representación funcional en econometría no siempre permite identificar causalidades, lo que puede limitar la comprensión de las relaciones económicas reales.
Sin embargo, estas críticas pueden debatirse. En primer lugar, aunque la economía no tiene constantes universales, puesto que es una ciencia social, sí existen regularidades empíricas y patrones consistentes que han podido ser modelados de tal forma que el resultado haya sido la formulación de ciertas leyes económicas, como la ley de la escasez, la ley de la demanda, la ley de la oferta, la ley de los rendimientos marginales decrecientes, la ley de la utilidad marginal decreciente, la ley de Engel, entre otras. Cabe destacar que las condiciones para formular dichas leyes son las mismas que exige el método científico: observación sistemática, formulación de hipótesis, validar o refutar la hipótesis inicial mediante evidencia empírica, y la extensión de los resultados obtenidos a un conjunto más amplio de situaciones o fenómenos.
En segundo lugar, a pesar de que la econometría enfrenta desafíos en la identificación de causalidad estricta, emplea métodos robustos para inferir relaciones causales. Por ejemplo, la aplicación de técnicas desde diseños cuasiexperimentales permite controlar variables para inferencias causales. En este contexto, Joshua Angrist ha realizado contribuciones fundamentales mediante el uso de variables instrumentales y diseños de regresión discontinua para estimar efectos causales. Su investigación se centra en la economía laboral y de la educación.
Es relevante mencionar a economistas destacados como Guido Imbens de la Universidad de Stanford, quien ha desarrollado métodos para estimar efectos causales promedio y tratamientos heterogéneos, y David Card de la Universidad de Berkeley, (Premio Nobel 2021 junto a Angrist y Card). Estos economistas, entre otros, han promovido el desarrollo de métodos rigurosos para la inferencia causal, lo que ha permitido a los investigadores establecer relaciones de causa y efecto con una mayor aceptación en el ámbito científico internacional.
La econometría no se limita al ámbito de la investigación económica. Su aplicación es transversal e incluye el análisis del comportamiento electoral dentro de las ciencias políticas, la evaluación de la eficacia de políticas públicas, la modelación del impacto humano en ecosistemas, la optimización de procesos productivos mediante análisis de datos y los estudios epidemiológicos para el diseño de estrategias sanitarias basadas en evidencia empírica.
Su desarrollo ha sido un proceso continuo que ha incorporado técnicas sofisticadas para lidiar con la incertidumbre, la endogeneidad y la variabilidad de los fenómenos socialmente relevantes.

Diagrama. Síntesis de los principales paradigmas en el desarrollo del método econométrico.
Fuente: elaboración propia.
En estos escenarios de discusión es propicio fomentar un diálogo abierto que conlleve a un entendimiento más profundo del método econométrico y a incentivar su estudio, puesto que su papel en la construcción de conocimiento en la era de la inteligencia artificial es cada vez más relevante, pero esta es otra discusión.
*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento institucional.