A11y block

Logo UMedia

Análisis - Colombia ante el desafío de la pobreza: avances desiguales, persistencias estructurales y retos territoriales* - Bilver Astorquiza

vblbvhbvhj

Cada 17 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, un llamado global a reconocer que la desigualdad y la exclusión no son solo problemas económicos, sino también sociales y territoriales. En el caso colombiano, la evolución de la pobreza en las últimas décadas revela una realidad dual: mientras el país ha logrado avances sostenidos en la reducción de la pobreza y en la mejora de los indicadores sociales, las brechas regionales y rurales persisten, desafiando la promesa de un desarrollo verdaderamente inclusivo.

Los hallazgos del primer capítulo de mi investigación doctoral, centrado en los determinantes espaciales de la pobreza en Colombia entre 1999 y 2021, ofrecen una lectura profunda de esta paradoja. A partir de modelos de econometría espacial y análisis de convergencia, los resultados confirman que la pobreza no se distribuye aleatoriamente: tiende a concentrarse en territorios específicos y a reproducirse entre departamentos vecinos. Dicho de otro modo, la pobreza en Colombia tiene efectos de vecindario, donde las condiciones adversas de un territorio se extienden a los colindantes, configurando verdaderos cinturones de vulnerabilidad social. En 1999, más del 56% de los colombianos vivía en condiciones de pobreza monetaria. Dos décadas después, la incidencia cayó a 31,8%, según el DANE (2025). Sin embargo, los resultados del modelo econométrico muestran que esta reducción no se explica por un proceso de convergencia territorial, es decir, no todas las regiones han mejorado al mismo ritmo. Por el contrario, la desigualdad espacial se ha mantenido e incluso profundizado en ciertos territorios. Los departamentos del litoral Pacífico, el Caribe y la Amazonía registran niveles persistentemente altos de pobreza, mientras que las zonas andinas y los grandes centros urbanos concentran el mayor bienestar.

 El análisis revela, además, que sectores como los servicios formales y el desempleo se relacionan con un aumento de la pobreza (con coeficientes positivos y significativos en el modelo SDM - Spatial Durbin Model), mientras que los servicios informales o “espurios” tienen un efecto reductor, probablemente asociado al rol de la economía de bajas cualificaciones académicas como amortiguador del desempleo. Se puede mencionar que la pobreza monetaria y multidimensional muestran un país que avanza, pero a distintas velocidades.

 

jhfgvjh

 

Figura 1. Evolución de la pobreza monetaria y multidimensional en Colombia (2012-2024).

Fuente: elaboración a partir de la información reportada por el DANE (2025).

Los resultados representados en el gráfico que acompaña esta nota, refuerzan la lectura territorial de la desigualdad. La evolución de la pobreza monetaria y la pobreza multidimensional entre 2012 y 2024 muestra tendencias divergentes: avances significativos en el acceso a servicios y educación, pero una menor reducción en términos de ingresos.

En 2012, la pobreza monetaria nacional alcanzaba el 41%, mientras que en las zonas rurales superaba el 58,9%. 12 años después, esas cifras se redujeron a 31,8% y 42,5%, respectivamente. Si bien se evidencia una mejora constante, las brechas entre campo y ciudad permanecen amplias: los hogares rurales son 10 puntos porcentuales más pobres que el promedio nacional y casi el doble de pobres que los hogares urbanos.

La pobreza multidimensional, que considera privaciones en educación, salud, trabajo y condiciones de vivienda, presenta una tendencia más alentadora. En el ámbito nacional, pasó del 31,7% en 2012 al 11,5% en 2024, lo que significa que cerca de dos de cada tres hogares han superado las carencias básicas en la última década. El contraste con las zonas rurales es notorio: allí, la pobreza multidimensional se redujo de 47,1% a 24,3%, lo que implica que una de cada cuatro personas del campo sigue enfrentando múltiples privaciones simultáneamente.

El gráfico también muestra que las curvas de ambas medidas —monetaria y multidimensional— se comportan de manera distinta durante los años de crisis. La pandemia de 2020, por ejemplo, elevó abruptamente la pobreza monetaria nacional al 43,1%, mientras que la multidimensional mostró mayor resistencia, apenas incrementándose al 38,6%. Esto sugiere que los avances en el acceso a la educación y a los servicios básicos lograron amortiguar parcialmente el impacto del choque económico, aunque sin eliminar la fragilidad estructural del ingreso de los hogares.

Territorios atrapados en la pobreza: el peso de la geografía y las estructuras económicas

Los análisis espaciales realizados en el primer capítulo de mi tesis de doctorado confirman que la ubicación importa. Departamentos como Chocó, La Guajira, Cauca, Córdoba y Nariño registran patrones de pobreza persistente que tienden a reforzarse entre sí. Estas regiones combinan alta informalidad, baja productividad y menor presencia estatal, lo que genera una especie de trampa geográfica de la pobreza. El fenómeno se agrava en los municipios fronterizos y periféricos, donde los flujos migratorios, la infraestructura educativa débil y la inseguridad limitan las oportunidades económicas. En contraste, departamentos como Antioquia, Cundinamarca, Santander y Valle del Cauca muestran tasas de pobreza más bajas y un crecimiento más diversificado, sustentado en servicios, manufacturas y economías de aglomeración. Los resultados confirman la hipótesis de que el desarrollo colombiano avanza en archipiélagos: zonas dinámicas, densamente conectadas y rodeadas de regiones donde la pobreza se mantiene enquistada. Esta estructura fragmentada dificulta la convergencia y reproduce desigualdades históricas entre el centro y la periferia.

Más allá de las cifras: la urgencia de una mirada territorial

La pobreza no es únicamente una cuestión de ingreso o acceso a bienes; es también una expresión de desigualdades históricas en el territorio. Las políticas nacionales que buscan reducir la pobreza deben reconocer que los municipios no son unidades aisladas, sino sistemas interdependientes. Mejorar la infraestructura educativa en un departamento, por ejemplo, puede tener efectos positivos en las regiones vecinas, generando “efectos derrame” (spillovers) que deben ser aprovechados estratégicamente. Por ello, el uso de herramientas analíticas como la econometría espacial permite comprender mejor cómo las decisiones locales —en educación, gasto público o mercado laboral— influyen más allá de sus fronteras. De hecho, los resultados del primer capítulo de mi trabajo doctoral confirman la existencia de estos efectos indirectos, lo que sugiere que las políticas focalizadas territorialmente pueden tener beneficios multiplicadores.

Colombia ha logrado avances notables en la reducción de la pobreza, especialmente en sus dimensiones no monetarias. Sin embargo, la evidencia muestra que el país enfrenta una pobreza cada vez menos individual y más territorial. La persistencia de brechas rurales y regionales revela que no basta con crecer; es necesario hacerlo de manera espacialmente equitativa. Erradicar la pobreza, como lo plantea el Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 (ODS 1), requiere entender que las desigualdades no son solo de ingresos, sino de ubicación, oportunidades y capital humano. En este sentido, continuar los estudios que integren el espacio, la estructura productiva y el capital humano es fundamental para diseñar políticas que transformen territorios, para no quedarse solo en las estadísticas.  

Todos estos hallazgos confirman que la pobreza en Colombia tiene rostro de territorio, de género y de estructura productiva. Su persistencia está menos ligada a la falta de crecimiento económico y más a la forma en que dicho crecimiento se distribuye entre regiones y sectores. El desafío de Colombia no es solo reducir la pobreza, sino romper con su geografía.

 

*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento institucional.  

 

Compartir
Logo UMedia

Regístrate aquí para recibir nuestros boletines informativos