Uso de la tecnología en el tratamiento de la patología cardiovascular*
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo y Colombia no es la excepción. Según la Organización Mundial de la Salud, estas enfermedades son las responsables del 31% de los fallecimientos, con más de 17 millones de muertes al año, duplicando la mortalidad generada por todos los tipos de enfermedades oncológicas unidas.
La mayoría de las patologías cardíacas se puede prevenir con un estilo de vida saludable, realización de actividad física y una óptima alimentación. La buena noticia es que gracias a los constantes avances de la medicina y la tecnología, cada vez contamos con tratamientos más innovadores y efectivos para su resolución. Los avances tecnológicos en los dispositivos médicos para el tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares han permitido un cambio de paradigma en la atención de estas patologías.
Este tipo de intervenciones tecnológicas requieren la manipulación de un personal médico especializado. Los dispositivos sólo son equipos que requieren la experticia del ser humano para ser aplicados en el cuerpo humano, y específicamente, en el corazón.
El corazón, al ser un órgano complejo y en permanente movimiento, requiere de un equipo multidisciplinario para su intervención. Los pacientes a intervenir son seleccionados bajo estrictos criterios descritos en la literatura médica mundial y discutidos en juntas clínico-quirúrgicas hospitalarias.
Los procedimientos tecnológicos cardiovasculares incluyen imágenes diagnósticas de última generación que nos ayudan a tener mayor precisión diagnóstica y permiten una adecuada planeación de posibles intervenciones cardiovasculares. La obtención de imágenes permite reconstrucción en tres dimensiones y recientemente, el uso de la inteligencia artificial.
Actualmente contamos con un arsenal amplio para la realización de intervenciones cardiovasculares. Podemos realizar cirugías a “corazón abierto” con incisiones inferiores a 5 centímetros en el tórax y a través de punciones vasculares a nivel femoral. Este concepto se define como procedimientos de mínima invasión que tienen la finalidad de disminuir complicaciones perioperatorias, tener menor dolor y hacer una reintegración temprana a la vida laboral.
Sin embargo, hay que tener presente el alto valor económico de estos dispositivos. Estos elevados precios se basan en su producción extranjera, uso de materiales biológicos y de mano de obra altamente calificada. En Colombia, dichos procedimientos se realizan en pocas instituciones de las ciudades principales del país. Se han ido consolidando como centros de referencia nacional y ofrecen una atención integral del paciente con patología cardiovascular.
Manizales tiene la capacidad de realizar procedimientos diagnósticos e intervencionistas de última generación en beneficio de los pacientes más vulnerables con enfermedades del corazón.
*Andrés Ramos Piedrahíta
Médico UManizales, especialista en Cirugía General y en Cirugía Cardiovascular. Magíster en Tecnología de la Salud y director de la Unidad Cardiovascular del Hospital Departamental Universitario Santa Sofía de Caldas.
*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento de la Universidad de Manizales.