Manizales, viernes 15 de diciembre de 2023. 22 vendedores informales principalmente del sector de Chipre se formaron como parte del Programa de Asociatividad que ofrecieron la Universidad de Manizales y la Alcaldía Municipal.
Inicialmente, se hizo un acercamiento y sensibilización con talleres sobre coaching y mentoría y otros para identificar y fortalecer competencias y capacidades asociativas y de trabajo en equipo. Luego, se apuntó al empoderamiento económico a partir de la ruta de orientación empresarial y el diagnóstico y caracterización de las unidades productivas. Se socializaron los beneficios y características del Programa de Asociatividad, experiencias exitosas y conceptos básicos en áreas como emprendimiento, entre otras, facilitando encuentros con asesores para trabajar las actividades financieras y comerciales.
En un segundo momento se puso en marcha el canal de base tecnológica para la comercialización de sus productos, capacitándolos en el manejo de herramientas, medios y canales digitales, redes sociales para emprendedores y creación de imágenes y videos. Como resultado, se realizó el lanzamiento de las cuentas y la implementación de tiendas virtuales y WhatsApp Business.
“Aprendimos sobre contabilidad, atención al cliente, mercadeo, ventas, y hemos innovado. Se nota la diferencia en mi negocio y nos dan más oportunidades en la Universidad para que las personas nos conozcan. El negocio ha cambiado mucho, ofrecemos nuestros productos por catálogo para que las empresas nos hagan pedidos y así poder generar nuevos ingresos. Nos han enseñado y por eso quisimos hacer una asociación”, señala Marta Liliana Henao, de “Helados Lili”, quien lleva 30 de sus 50 años en el sector de Chipre y trabaja con su hermana.
Asovicaldas
Tras este proceso de formación, un grupo de mujeres vendedoras informales, en su mayoría del sector de Chipre y una artesana del Parque Caldas, decidieron conformar la Asociación de Vendedores Informales de Caldas, Asovicaldas: “Equidad y justicia por la labor informal y legal”, que inició con 15 asociados.
La UManizales las ha acompañado en la constitución de la Asociación como tránsito de la informalidad a la formalidad, a través de un programa de asesoría que ha impactado su proceso de formalización y legalización (registro Dian, inscripción Cámara de Comercio), con un sólido plan comercial, portafolio de servicios y un modelo operativo sostenible. Se fortalecieron en temáticas contables, financieras, comerciales y de mercadeo, potenciando sus competencias asociativas. También se orientó un taller sobre acceso a entidades de financiación de asociaciones, construyendo la ruta de acceso a microcréditos.
“La Universidad nos ha enseñado muchas cosas fundamentales: cómo manejar los locales, nuestra economía, darle una visión diferente a las ventas, salir de la zona de confort y otras formas de adquirir dinero para el diario vivir. El cambio que he visto en mi negocio ha sido sobre todo en la parte económica, ofreciendo una buena atención al cliente, las clases que tuvimos nos llevaron a tener un enfoque diferente, eso hace que las ventas mejoren, ya que la atención al cliente es primordial, tener productos nuevos, distintos medios de pago, eso lo aprendimos porque los vendedores informales no tenemos estas herramientas ni los conocimientos para sacar los negocios adelante; manejar las finanzas es súper importante porque ya sabemos qué nos podemos gastar y lo que hay que invertir al local, la mayoría de vendedores mantienen sin dinero porque no saben manejar las finanzas. Me gustó mucho saber cuánto me deja cada producto de ganancia, cómo se puede vender para ganar, y que hay que tener una reserva para imprevistos”, relata Sandra Milena Londoño, una vendedora informal de 44 años que lleva tres décadas en el sector, es propietaria de la Heladería Sandy y actual presidenta de Asovicaldas.
“Estamos muy contentas porque ahora tenemos una mayor proyección y la Universidad nos ha dado la oportunidad de venir a ofrecer nuestros servicios y productos, abriendo un mercado diferente para que más personas se den cuenta de que los productos que vendemos son de alta calidad, estamos trabajando con diferentes asociados y entre nosotros nos estamos colaborando para darnos a conocer. Con Asovicaldas queremos ayudar a la comunidad para que todos tengamos un buen vivir, tanto ambiental como económico; como Asociación los entes reguladores nos prestan más atención y eso ha influido mucho en el medio ambiente, pudimos organizar un sendero ecológico detrás de los módulos y hemos venido trabajando en un proyecto de cultura ciudadana sobre recolección de basuras”.
Tras su formalización, Asovicaldas se convirtió en una organización que vela por el bienestar de los trabajadores y sus derechos laborales. Además, hace una gestión comercial importante, con la intermediación ante grandes empresas para facilitar logística, garantizar calidad y comprar insumos para ofrecer precios justos.
La idea es hacer autogestión e identificar una red de aliados para el mejoramiento de las condiciones de los asociados, la comunidad y el entorno en aspectos como iluminación y seguridad, firmando convenios sociales y ambientales para iniciativas relacionadas con reducción de plástico y uso de materiales reciclables.
“Algo muy importante es que ellas no solamente se interesan por su negocio, sino por los demás, por el sector, y se preocupan por problemas ambientales y sociales. Piensan en la comunidad y buscan generar un beneficio para todos, es un empoderamiento social ya que piensan qué pueden hacer desde la Asociación, les preocupa cómo cuidar su territorio”, puntualiza Julio César Valencia Martínez, coordinador del Programa de Asociatividad UManizales-Alcaldía.
El dato: la Universidad de Manizales lideró este proceso desde la proyección social de su Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas, y en alianza con la Secretaría de TIC y Competitividad de la capital caldense.
