Manizales, miércoles 8 de octubre de 2025. Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, en UMedia conversamos con dos expertas de la Universidad de Manizales sobre la importancia de hablar, cuidar y promover el bienestar emocional en todos los ámbitos de la vida. Flor Eugenia Botero Ramírez, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud, y Sonia Rocío De La Portilla Maya, directora de la Especialización en Psiquiatría, comparten su visión y recomendaciones sobre este tema que nos concierne a todos.
Aceptar nuestras emociones: clave para el bienestar
Flor Eugenia Botero Ramírez recuerda que este día no se trata solo de generar conciencia, sino también de reflexionar sobre qué significa verdaderamente tener una buena salud mental. “No se trata solo de ‘sentirse bien’ o evitar el sufrimiento”, explica, “sino de cultivar un bienestar integral que incluye aceptar nuestras emociones, incluso aquellas que nos resultan incómodas”.
Para ella, abrirse a la experiencia, incluso cuando es difícil, es una parte esencial del equilibrio emocional. Subraya que no debemos temer a emociones como la tristeza, la ansiedad o la frustración, ya que son señales que nos hablan de nuestras necesidades y límites. “La verdadera salud mental surge cuando aceptamos la complejidad de lo que somos, sin exigirnos estar bien todo el tiempo”.
Botero también invita a estar atentos a señales de alerta: “Si experimentas tristeza persistente, problemas para dormir, pérdida de interés en tus actividades, ansiedad constante o pensamientos negativos, es importante buscar acompañamiento profesional”. Dormir bien, gestionar emociones y frenar impulsos antes de actuar son, para ella, pilares fundamentales para cuidar la mente y el cuerpo.
Recomendaciones para la comunidad universitaria
Sonia Rocío De La Portilla Maya, por su parte, ofrece una serie de recomendaciones prácticas orientadas especialmente a estudiantes y docentes universitarios. Entre ellas destaca:
Mantener rutinas de sueño, alimentación saludable y actividad física.
Organizar horarios realistas que incluyan pausas para prevenir el agotamiento.
Fomentar redes de apoyo social y espacios de diálogo abierto.
Regular el estrés con técnicas de relajación, mindfulness o actividades recreativas.
Estar atentos a señales de alarma como aislamiento, irritabilidad o desmotivación.
Establecer metas realistas, aceptar errores y promover el autoconocimiento.
Cuidar las relaciones interpersonales y el sentido de pertenencia.
Limitar el uso excesivo de tecnología y evitar sustancias nocivas.
Buscar ayuda profesional ante síntomas persistentes de ansiedad o tristeza.
Además, De La Portilla enfatiza que es urgente romper el estigma en torno a la salud mental: “Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de responsabilidad con uno mismo y con quienes nos rodean”.
Un compromiso de todos
Ambas profesionales coinciden en que la promoción y prevención de la salud mental requiere el compromiso de la comunidad, la identificación de factores de riesgo, y el fortalecimiento de los recursos personales y sociales en todas las etapas de la vida.