La posible implementación de la reforma laboral en Colombia introduce cambios estructurales y regulatorios que tendrán un impacto significativo tanto en el mercado laboral como en los márgenes operacionales de las empresas, abocándolas a tomar decisiones para conservar sus márgenes de utilidad según la lógica de racionalidad empresarial.
El incremento del recargo nocturno del 25% al 75% elevará los costos salariales para las empresas en 33% aproximadamente debido a la presión sobre el factor prestacional. Este aumento en los costos afectará la rentabilidad, en particular de pequeñas y medianas empresas que compiten en sectores de servicios predominantemente (especialmente en sectores intensivos en mano de obra como hotelería, restaurantes y transporte), incentivando una menor contratación formal o el despido de mano de obra menos productiva para compensar la nueva carga de costos salariales.
El esquema de trabajo 4x3 (cuatro días laborales y tres días de descanso) ofrecerá mayor flexibilidad para negociar la distribución de las horas, siempre que las 42 horas semanales no se sobrepasen, excluyendo el domingo, que continúa siendo día no laborable. Sin embargo, esta flexibilidad puede implicar cambios en la organización interna, en la planificación de turnos y en los costos asociados a la rotación y distribución de responsabilidades. Si las empresas optan por jornadas concentradas en cuatro días, en el corto plazo incurrirán en mayores costos de coordinación, pero a mediano y largo plazo es posible que la productividad laboral se eleve, dado que los empleados deberán responder por los mismos resultados en menor tiempo.
Los grandes empleadores, con mayor capacidad de maniobra y de coordinación de operaciones, podrán absorber estos impactos de una manera menos traumática, pues ya cuentan con capacidades para lograr mejores resultados en términos de negociación colectiva y de planificación de recurso humano. No obstante, el incremento en los costos y la mayor rigidez normativa también pueden afectar la inversión en innovación y en mejoras productivas incluso en grandes empresas, ya que estas podrían limitar sus recursos en formación, tecnología y procesos de transformación, ante los mayores gastos asociados a mano de obra. Sin embargo, las nuevas disposiciones también podrían incentivar a las compañías a buscar formas innovadoras de gestionar el tiempo, la productividad y la relación con los trabajadores, lo cual resulta ser una oportunidad para promover una mayor eficiencia a través de un enfoque en la productividad basada en la innovación, división y mayor especialización del trabajo.
La entrada en vigor de la reforma laboral supondrá una transformación significativa en el entorno de trabajo en Colombia. Para los empleadores, representará la necesidad de ajustar sus modelos de negocio, reevaluar las estructuras de costos, y fortalecer su gestión del talento para mantener la competitividad. La adaptación a estos cambios requerirá estrategias de planificación, negociación y, en muchos casos, una revisión de los modelos de gestión para aprovechar las nuevas oportunidades y mitigar los riesgos derivados de mayores cargas laborales y costos asociados.
*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento institucional.