Elementos Psicosociales en los Procesos Básicos de Gestión Humana - Incorporación, Permanencia y Retiro
En los procesos básicos de las áreas de gestión humana, convergen varios factores de índole psicosocial, los cuales determinan en gran medida la permanencia o retiro de los colaboradores en las organizaciones, debido a esta relevancia a continuación se describen y analizan las tres condiciones más visibles en este fenómeno:
- Motivación:
Para este complejo tema hay una variedad de significados, los cuales se podrían resumir en las características internas y externas que involucran las actuaciones de los empleados en el ámbito laboral, las cuales comúnmente buscan suplir una necesidad fisiológica o psicológica, además de cierta durabilidad en el tiempo.
Esta categoría se clasifica en dos grupos claramente definidos; la motivación explicada desde el contenido y la motivación argumentada desde el proceso. En el primero podemos encontrar los conceptos “clásicos” y bastante estudiados, pero en él segundo grupo nos interesa exponer una teoría poco explorada pero que tiene un gran aporte al tema psicosocial.
Teoría de la expectativa- valencia. Fue desarrollada en los años 60 por el psicólogo Canadiense Víctor Harold Vroom, lo interesante de este modelo es la argumentación dada por el autor para justificar las actuaciones de los empleados desde una óptica más amplia, ya que se aborda la relación ser humano trabajo teniendo en cuenta las ideas, impulsos y estimaciones que hacen los colaboradores para “calcular” la probabilidad resultante entres los esfuerzos Vs las recompensas recibidas.
En total se identifica una triada de elementos (la expectativa, la instrumentalizad y la valencia). El primero se entiende como la relación existente entre esfuerzo y resultado esperado, el segundo es la apreciación que sustenta la conducta desarrollada y la recompensa recibida y por último la valencia se entiende como el valor asignado por el empleado a la recompensa recibida.
Dicho en otras palabras: entre más alto sea el valor dado a cado uno de estos tres factores, se generará en el empleado una conducta más potente y motivadora, lo cual se manifestaría en la permanencia laboral.
- Contrato psicológico:
Este particular factor psicosocial se “ancla” en las organizaciones de manera silenciosa y para nada visible, su definición poco ha evolucionado y se basa en las creencias y expectativas que las partes (empleador y empleado) elaboran en torno a su relación. En este sentido el contrato psicológico se caracteriza por los siguientes cuatro aspectos. 1. Es voluntario. 2. Es incompleto. 3. Genera pérdida de confianza. 4. La toma de decisiones se limita al constructo mental de solo una de las partes. Ante este panorama, podemos concluir que este factor es causante de múltiples tensiones laborales, las cuales en su mayoría resultan en despidos o renuncias de los colaboradores, constituyendo un elemento bastante potente en la rotación laboral.
- Identidad laboral:
Este último factor, explica las situaciones que se presentan gracias a las interacciones entre las normas, valores y pautas de comportamiento establecidas por cada organización, las cuales son susceptibles a cambios por acción directa de los colaboradores en la medida en que cada uno avanza sus planes de carrera o desarrollo personal.
En este sentido, la identidad laboral no es un atributo o rasgo personal, sino a una construcción psicosocial que involucra una interacción entre los elementos subjetivos de un empleado y la realidad organizacional percibida por este. Es decir que la identidad laboral tiene un gran impacto en el proceso de la incorporación básicamente por la posibilidad de modificar las expectativas organizacionales.
Se concluye entonces, que estos tres factores psicosociales (motivación, contrato psicológico e identidad laboral), se constituyen en determinantes organizacionales para los procesos básicos de las áreas de gestión humana en cualquier empresa, ya que sus definiciones argumentan las dinámicas cambiantes y poco estáticas en la relación moderna ser humano- trabajo.