Todas nuestras acciones impactan el planeta*

La cultura ciudadana tiene un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad. La movilización de la cultura ciudadana se refiere al conjunto de valores, normas y comportamientos que caracterizan a los ciudadanos de una comunidad y que promueven la preservación, la corresponsabilidad y la confianza mutua como pilares que fundamentan los comportamientos individuales para armonizar la coexistencia humana con los sistemas naturales. A continuación, exploraremos la importancia del fortalecimiento de la cultura ciudadana como una forma de contribuir a la construcción de una sociedad democrática.

Como parte del convenio de Gestión Educativa que existe entre Chec Grupo EPM y la Universidad de Manizales, se acompaña a grupos escolares, institucionales, comunitarios, empresariales y gubernamentales en Caldas y Risaralda con un enfoque pedagógico de aprendizaje experiencial para el fortalecimiento de competencias ciudadanas; estos atributos humanos acompañan el aprendizaje situado en contexto, reconociendo el impacto de las acciones individuales y colectivas que promueven una mejor convivencia, la resolución de conflictos y acciones de conservación ambiental.  

Hacer parte de este proceso me ha permitido entender las necesidades y oportunidades educativas que emergen del contexto para crear alternativas pedagógicas basadas en el arte, la lúdica, la innovación y el juego para potenciar la educación no formal, oxigenando la enseñanza con experiencias de aprendizaje que tengan sentido, significado y aplicabilidad en la vida de las personas.

En la medida en que tomemos conciencia y reconozcamos el impacto de nuestras acciones, entenderemos que somos parte de un mismo sistema mundial que necesita con urgencia de ciudadanos comprometidos con el cuidado del ambiente y de los otros seres humanos; que ayudar a otros es un acto genuino que nos hace mejores personas; que exigir, cuidar y disfrutar de los bienes y servicios públicos, crea oportunidades de acceso y permanencia para todos y todas y que el cambio que esperamos inicia en nuestro interior, para actuar conscientemente en un mundo que se mueve de manera constante, cualificando a los seres humanos para evolucionar a su ritmo, comprometiéndolos para que actúen por la sostenibilidad mundial como un acto revelador para transformar la desigualdad en justicia social y la contaminación en equilibrio con el ambiente, y restituir la dignidad como el principio que medie nuestras relaciones humanas.