Una comunicación jurídica para el cambio*
Según la Unidad de Registro Nacional de Abogados existen 1.327.913 profesionales inscritos en Colombia.
Hace poco asistí a la conferencia de Mauricio Hurtado Ocampo y Fabián Pulido Bustamante, encargados de la comunicación corporativa en Frisby. ¿Qué tiene que ver la comunicación corporativa con el derecho?
La habilidad comunicativa es, según el experto chileno Fernando Veliz Montero, "un vehículo de miradas y acciones”. Estas se ven reflejadas en el quehacer diario del abogado, desde escribir memoriales hasta realizar asesorías orales y escritas, donde se ponen a prueba las habilidades y el conocimiento para identificar el momento idóneo para comunicarse con la parafernalia jurídica o el español corriente con sus recursos y formas literarias. El magistrado José Fernando Reyes Cuartas, presidente de la Corte Constitucional, lo señala en la sentencia T-422 de 2022, en la que afirma que las leyes deben ser tan claras para ser comprendidas, que incluso un niño pueda entenderlas.
El propósito de las normas es ser acatadas, por tanto, es necesario conocer los interlocutores, el mensaje y el código, ya que, si bien somos un país “organizado en una república unitaria”, al movilizarnos por el territorio nacional descubrimos la etnodiversidad y pluriculturalidad lingüística. De ahí la necesidad de adaptar las narrativas propias: lo que hablamos, escribimos y sentimos, a realidades externas como el trabajo o un negocio, porque ese propósito nos va a diferenciar del resto, además de habilidades como la venta de servicios, discursos persuasivos y argumentativos, análisis de mercado y manejo de TIC.
El propósito nace del ser y no del hacer, lo que hace difícil encontrar una respuesta acorde y suficiente. Un ejemplo es Frisby, cuyo propósito es alimentar a las personas con amor; eso ha llevado a la empresa a desarrollar tácticas como la Universidad Frisby, ayudar a los proveedores a formalizar su negocio desde laboratorios de emprendimiento y repensar el empaque desde la sostenibilidad y sustentabilidad.
Este es el motivo y excusa para encontrar “el propósito”, una materialización de derechos desde el ser, porque en un país como Colombia es necesario repensar los oficios con una visión de horizonte, desde el comprender, reconocer y realizar un propósito colaborativo que permita salir de la autopoiesis del conflicto individual, centrándose en acciones argumentadas que puedan solventar las realidades macrosociales.
*Camilo Hernán Cárdenas Osorio
Abogado
Comunicador Social y Periodista, Especialista de Comunicación Organizacional y en Derecho Constitucional y de los Derechos Humanos de la Universidad de Manizales.
checomanizales24@gmail.com
*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento de la Universidad de Manizales.