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¿Por qué me preocupo por los niños con “gorditos”?

gordos

Cómo médica especializada en ortopedia y medicina deportiva, veo diariamente los desafíos y preocupaciones asociados a la obesidad infantil. Y es por eso por lo que siento la necesidad de hablar directamente sobre este tema tan importante y urgente.

Cuando veo a un niño con sobrepeso, no veo solo un número en la balanza. Veo a un niño que puede estar en riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud, que pueden afectar no solo su calidad de vida en el momento, sino también a futuro.

La obesidad infantil no es solo una cuestión estética, es un problema de salud pública que merece nuestra atención y acción inmediata. Estudios demuestran que los niños con obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar una variedad de condiciones de salud, incluyendo diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, trastornos ortopédicos, problemas de salud sexual e infertilidad, así como problemas psicosociales.

En este último ámbito, la obesidad infantil puede tener repercusiones significativas, incluyendo baja autoestima, depresión, aislamiento y acoso escolar. Ningún niño merece pasar por estas dificultades, y es por ello por lo que es crucial actuar ahora para prevenir y tratar la obesidad infantil. ¿Cómo podemos marcar la diferencia?

1. Educación alimentaria: es fundamental enseñar a nuestros hijos sobre elecciones alimentarias saludables desde temprana edad. Incentiven el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, y limiten los alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas saturadas.

2. Actividad física: promuevan la actividad física regular y diversificada, incentivando juegos al aire libre, deportes en equipo, clases de baile y caminatas en familia. El objetivo es que los niños se muevan al menos una hora al día.

3. Buen ejemplo: sean un ejemplo positivo para sus hijos, adoptando hábitos saludables en su propia vida. Coman comidas equilibradas, sean activos físicamente y demuestren una actitud positiva hacia el cuerpo y la salud.

4. Comunicación abierta: mantengan líneas de comunicación abiertas con sus hijos sobre salud, nutrición y bienestar. Edúquenlos sobre los riesgos de la obesidad e involúcrenlos activamente en la adopción de hábitos saludables.

5. Buscar ayuda profesional: si su hijo tiene sobrepeso u obesidad, no dude en buscar ayuda profesional. Médicos, nutricionistas y educadores físicos pueden ofrecer orientación y apoyo para ayudar a su hijo a alcanzar un peso saludable. Como padres, tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestros hijos.

Trabajemos juntos para crear un ambiente que promueva hábitos saludables y un estilo de vida activo desde la infancia. Nuestros hijos merecen un futuro brillante y saludable. Juntos podemos marcar la diferencia en la lucha contra la obesidad infantil.

 

*Ana Marcela López López
Médica UManizales
Especialista en ortopedia y medicina del Deporte
ecomarce88@gmail.com

*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento institucional.

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