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Plan de Gestión

ME GUSTA SER PROFE

“La Docencia tiene como base los problemas de la educabilidad y de la enseñabilidad, considerando dinámicamente desde allí, los aspectos disciplinares, profesionales y de formación humana orientados hacia el desarrollo humano”.

(Sistema de Planificación, Universidad de Manizales, 2010, pág. 31)

Los procesos de formación en la Universidad de Manizales están atravesados por la Investigación y la Proyección Social, posibilitando que los estudiantes entren en contacto con la realidad y las problemáticas sociales para sensibilizar y adquirir saberes formales para su comprensión y herramientas técnicas para su intervención. El contacto con las comunidades académicas que producen los saberes disciplinares y profesionales, les permiten incorporar habilidades epistemológicas y metodológicas para su crítica y construcción.

La Universidad ha trasegado por diferentes enfoques educativos, lo que le ha permitido identificar ciertos rasgos del Docente de la UManizales:

  • Un Docente que convierte en práctica las concepciones de la Universidad de Manizales.
  • Un Docente que contribuye al estudio de los diferentes modelos educativos y los puede transformar en procesos de reflexión permanente, en forma democrática en su quehacer diario.
  • Un Docente con capacidad para las relaciones intersubjetivas con los demás actores educativos, de tal forma que contribuyen a los procesos y a la elaboración de productos de la docencia, la investigación y la proyección social.
  • Un Docente capaz de generar comunicaciones interpersonales, con inmenso respeto por los mundos de la vida, propicia ambientes laborales enriquecedores de la discusión profesional e interprofesional, disciplinar e interdisciplinar.
  • Un Docente que participa de manera simultánea en la investigación, la docencia y la proyección social; o que le sea posible la dedicación a uno o más procesos académicos.
  • Un Docente que propicia una docencia facilitadora de la problematización procesual y sistemática mediante formas de investigación ligadas a las prácticas educativas.
  • Un Docente que incentiva el espíritu crítico en la formación profesional y disciplinar.
  • Un Docente que pone en diálogo sistemático los saberes elaborados en las sociedades académicas de la Universidad, con los construidos en otros contextos.
  • Un Docente que orienta a través del conocimiento, la ética, con actitud y rectitud guía al estudiante hacia contenidos, argumentaciones, coherencias, en búsqueda de las verdades y sus verificaciones sociales, éticas y humanas.
  • Un Docente que guíe, potenciando permanentemente la capacidad y actividad del estudiante.
  • Un Docente que propicie estrategias y acciones claras para atender con rigurosidad el significado y contenido de la autoformación.
  • Un Docente que propicia y establece condiciones y acciones para potenciar la autonomía de los estudiantes.

(Sistema de Planificación, Universidad de Manizales, 2010, págs. 33,34)

(Sistema de Planficación Institucional Cartilla V Plan de desarrollo Gestión Académica, 2011, pág. 5)

Estructura y Objetivos

Estructura de la Dirección General de Docencia

Es una Dirección de la Vicerrectoría que ejecuta y direcciona las políticas relacionadas con el estamento docente y los procesos de formación que se dan en cada una de las Facultades y Unidades académicas de la Institución.

Objetivos Específicos: funciones

En el marco de las Políticas y Objetivos del Plan de e Desarrollo Institucional se plantean los siguientes objetivos:

  1. Administrar junto con las Facultades y Programas los compromisos docentes y el seguimiento de la formación avanzada de los docentes. (crecimiento)
  2. Implementar mecanismos de actualización pedagógica y profesional de los docentes en conjunto con las Facultades y programas a partir de las necesidades de los programas académicos (crecimiento)
  3. Implementar el Plan de Vida Académico de los docentes como elemento base para el desarrollo de las acciones docentes de la Universidad. (procesos internos)
  4. Garantizar los lineamientos establecidos institucionalmente en los compromisos docentes de los diferentes programas de la Universidad en todos los niveles de formación y modalidades. (procesos internos)
  5. Diseñar e implementar mecanismos de integración de las actividades de docencia, investigación y extensión en los procesos de formación. (procesos internos)
  6. Direccionar los procesos de evaluación integral de los docentes en los procesos de enseñanza aprendizaje, y en los diferentes roles que se pueden dar desde la investigación, la proyección social y la gestión. (procesos internos)
  7. Acompañar a los docentes y los Consejos de Facultad en los procesos de aplicación de los regímenes que estimulan la producción académica y los procesos de escalafonamiento. (procesos internos)
  8. Administrar el sistema de información que arroje los indicadores claves del estamento docente. (procesos internos)
  9. Implementar estrategias encaminadas a enaltecer la labor docente en el marco de los lineamientos curriculares y las tendencias de la formación actual. (procesos internos)
  10. Revisar, ajustar y mejorar los procesos curriculares de los programas en el marco de las Políticas Institucionales, los requerimientos de las disciplinas o profesiones y la legislación vigente, a través del desarrollo docente. (procesos internos)

Contexto de la Docencia

La globalización del mundo, la flexibilidad curricular, la formación ciudadana y para toda la vida, la gestión del conocimiento, el uso de las mediaciones tecnológicas, la configuración de mundos posibles, la apertura al dialogo, la comprensión de las diferencias, el trabajo colaborativo, la conservación de la naturaleza, la convivencia ciudadana, la reconciliación y el aceptar al otro, son desafíos para el Docente de la UM, pues no solo debe afrontarlos, sino dinamizarlos y encontrar caminos diferentes que le permitan construir propuestas alternativas para su consolidación.

Nos encontramos en un mundo donde las fronteras se desvanecen y el conocimiento está disponible a través de múltiples medios y mecanismos, el rol del docente universitario se transforma, pues el reto ahora es acompañar a los estudiantes en el tránsito de un camino que no tiene un puerto de llegada, pues las grandes transformaciones que se dan cada día, cada minuto, cada segundo, no permiten dejar por un instante seguir aprendiendo.

El Docente en la contemporaneidad ya no es el dueño del conocimiento su autoridad está dada por su capacidad de guiar y ser ejemplo, es capaz de transmitir seguridad y autoridad en el dialogo abierto y sincero con sus dicentes, el respeto mutuo se construye en la confianza que ofrece el hacer parte de una Institución que potencia las capacidades de las personas que la constituyen, para que puedan recorrer los múltiples caminos que ofrece un mundo que reclama la participación de todos en una sociedad más solidaria y comprometida con la solución de los diferentes problemas.

Estar en contacto con la realidad del mundo exige del Docente estar cuestionando de manera permanente dónde estamos, qué hacemos y hacia dónde dirigimos las acciones y reflexiones construidas a través de los procesos formativos. Al respecto Manuel Castells afirma: “No hay otro remedio que navegar en las encrespadas aguas globales… Por eso es esencial, para esa navegación ineludible y potencialmente creadora, contar con una brújula y un ancla. La brújula: la educación, información, conocimiento, tanto a nivel individual como colectivo. El ancla: nuestras identidades. Saber quiénes somos y de dónde venimos para no perdernos a dónde vamos”. (Tünnermann)

El Informe Delors nos dice que “la globalización es el fenómeno más dominante en la sociedad contemporánea y el que más influye en la vida diaria de las personas”. La Educación para el siglo XXI debe enseñarnos a vivir juntos en la “aldea planetaria” y a desear esa convivencia. Ese es el sentido del “aprender a vivir juntos”, uno de los pilares de la Educación para el siglo XXI, de suerte de transformarnos en “ciudadanos del mundo”, pero sin perder nuestras raíces culturales, ni nuestra identidad como naciones. (Tünnermann, Rol del docente en la educación superior del siglo XXI)

El Docente de la Universidad de Manizales es un guía, que orienta, apoya, acompaña, dialoga, pues el acento de la educación cambio, el aprendizaje es el centro, todos los recursos docentes se despliegan para potenciar las capacidades de los alumnos en un proceso que en la actualidad tiene connotaciones para toda la vida, un aprendizaje permanente que tiene implicaciones en la formación de docentes dispuestos a descubrir y proponer nuevos saberes que consoliden las propuestas pedagógicas, profesionales y disciplinares. “Siendo así, la educación permanente tiene una raíz ontológica y es, como se ha dicho, “una respuesta a la condición humana y a eso que llamamos los signos de los tiempos”. Es una respuesta a la crisis de la sociedad contemporánea, donde el aprendizaje deliberado y consciente no puede circunscribirse a los años escolares y hay que lograr la reintegración del aprendizaje y la vida”. (Tünnermann, Rol del docente en la educación superior del siglo XXI)

La universidad en su dinámica de pensarse y repensarse como Institución transformadora de la realidad, generadora de conocimiento, formadora de seres humanos críticos y sensibles, requiere de bases sólidas que le permitan cumplir con sus misiones.

Estas bases se cimientan en los principios y valores Institucionales que trascienden las acciones de cada uno de los integrantes de la Universidad, en especial el estamento Docente, que tiene entre sus grandes retos la representación de la comunidad académica.

Otro elemento que marca y define el rol del Docente de la UM, es superar las condiciones generadas por una realidad que ha naturalizado las violencias, donde se hace necesario promover escenarios de reflexión y pensamiento crítico en torno a los imaginarios, actitudes y prácticas que mantienen y reproducen espacios donde no se respeta la diferencia y se hace necesario generar condiciones de reconciliación, en consecuencia, comprender que tanto la violencia como la paz son procesos de construcción cultural y por tanto no consustanciales a la vida humana y que el desafío se encuentra en la capacidad de cada uno de los Docentes para saber guiar al otro, que es su compañero por caminos de diálogo y respeto mutuo.

El Docente de la UM se prepara para articular las reflexiones conceptuales en torno a la construcción de las paces, las lecturas de contexto de la realidad local y nacional y la proyección de los estudiantes en entornos sociales y comunitarios donde generen procesos de formación y transformación, en aras de la generación de actitudes, valores y prácticas favorables a la cultura de paz, desde el reconocimiento y despliegue de los potenciales humanos: afectivo, comunicativo, creativo para la transformación de conflictos, ético y político.

Max Weber llamó “vocación” a esta disposición a reconocer en el conocimiento una meta válida por sí misma, una empresa a la que vale dedicar la propia vida. La palabra vocación tiene connotaciones religiosas. Se trata de “sentirse llamado” por algo que nos trasciende: Dios, la verdad o la belleza. Naturalmente que es posible y deseable distinguir entre la vocación religiosa y la vocación científica. La primera supone la fe; la segunda es el ejercicio de la máxima racionalidad.

Con lo anterior no se pretende, por supuesto, convertir al maestro en algo así como razón última de la formación universitaria, puesto que no es él la única pieza importante en el complejo engranaje de la misma, aunque sí es menester hacer hincapié aquí en la pertinencia de fortalecer su figura. Ello contribuirá principalmente a que el maestro sea valorado en mayor grado, en cuanto se aprecie claramente su rol y vínculo con procesos esenciales como son la construcción nacional y el desarrollo del país. La conservación de la tradición humanística es indispensable para el efecto. Gracias a ello el docente será reconocido en su papel de mayor trascendencia social: el de intelectual, pues interactúa activamente con el entorno social. Así será posible, además, comprender la labor docente y el ejercicio académico en sus dimensiones más amplias, vistos ambos como acciones en las que ética, libertad, democracia, tolerancia y crítica son, más que simples palabras, nociones susceptibles de verse transformadas en su significado según el contexto social. (López, 2006).

Plan de Vida Académico

Potenciar el talento humano es un reto de la Universidad para afrontar los cambios del entorno, estos cambios han llevado a la búsqueda de nuevas estrategias que permitan un buen desarrollo de sus capacidades, el Plan de Vida Académico, como proyecto integrador de los compromisos académicos en la Universidad de Manizales permite articular las búsquedas personales de los Docentes con los programas y proyectos de la Institución.

Los proyectos futuros constituyen un elemento determinante en la vida de las personas se convierten en expresión de la motivación, le otorgan dirección al proceso docente educativo el cual debe estar mediado por una comunicación efectiva dirigida a potenciar la elaboración de proyectos de vida caracterizados por la riqueza de sus contenidos y planes a futuro.

El Plan de Vida Académico Docente le da un sentido a la existencia humana, otorgándole un porque al presente; sin perder de vista que el futuro se construye día a día en la medida que se tengan presente los objetivos y motivaciones que conduzcan a un buen desempeño personal y laboral.

 

Dentro de este plan, las evaluaciones del desempeño proporcionan varias de las respuestas a las preguntan que surgen en el desarrollo de la misma, ya que estas respuestas ayudan a identificar las acciones que son necesarias emprender para seguir progresando dentro de la Institución; estas pueden conducir a alcanzar nuevas metas o a obtener mayores niveles de formación e incrementar sus niveles de desarrollo.

Hernández (2000) plantea que deben tenerse en cuenta dos condiciones fundamentales a la hora de elaborar un Plan de Vida. Por un lado la capacidad, habilidad y posibilidades reales que posee la persona en el logro de sus objetivos generales, el carácter movilizador de las necesidades implicadas en la consecución de estos fines deseados, y por otro lado, se deben tener en cuenta, las posibilidades reales y los objetivos que brinda el medio externo. Esto exige del Docente, creatividad, formación permanente, autocritica, persistencia, de forma tal, que se movilice en función de crear alternativas en su quehacer docente e ir consolidando su proyecto como académico de la Universidad.

El Plan de Vida Académico es “una realidad psicológica que comprende la organización y realización de las orientaciones motivacionales fundamentales del individuo, a través de planes concretos en su actividad futura” expresando además que: “los proyectos o planes de vida desempeñan una función de integración direccional, valorativa, e instrumental, de las orientaciones de la personalidad, con los modos posibles de su realización completa en la actividad, al mantener la unidad de sentido general de toda la actividad de la personalidad”. (Hernández, 2000)

El Plan de Vida Académico es la estructura que expresa la apertura de la persona hacia construcción del futuro, en sus direcciones esenciales y en las áreas críticas que requieren de decisiones vitales.

De esta manera, la configuración, contenido y dirección del Plan de Vida Académico, por su naturaleza, su origen y destino están vinculados a la situación social del individuo, tanto en su expresión actual como en la perspectiva anticipada de los acontecimientos futuros, abiertos a la definición de su lugar y tareas en una determinada sociedad; seguidamente, se distingue por su carácter anticipatorio, modelador y organizador de las actividades principales y del comportamiento de la persona, que contribuye a delinear los rasgos de su estilo de vida personal y los modos de existencia característicos de su vida cotidiana en todas las esferas de la sociedad.

Importancia del Plan de Vida Académico para la Universidad de Manizales

Para la Universidad de Manizales es de vital importancia el Plan de Vida Académico de sus Docentes, ya que le permite conocer sus visiones, fortalezas, aptitudes, actitudes, intereses y motivaciones; facilita el fortalecimiento de la “Labor docente” que desde la perspectiva del Plan de Vida Académico se denomina “Compromiso Académico” que busca alinear las metas a corto, mediano y largo plazo de cada uno de los Docentes con los desarrollos institucionales a través de la identificación de intereses académicos hacia una o varias de las misiones institucionales, visualizándose como sujetos formadores y constructores de conocimientos y nuevas estrategias de enseñanza - aprendizaje.

El P.V.A. se desprende del Sistema de Planificación Institucional y constituye la carta de navegación de la Institución, para la realización de la misión Docente, en coherencia con las políticas de formación y promoción, desde los principios de la solidaridad, la pluralidad, la equidad y la justicia social. El ser humano se construye a través de un “nosotros” como resultado de la interacción bidireccional y de la conciencia colectiva, cuya raíz se genera del reconocimiento individual como personas constructoras de conocimientos.

Es preciso resaltar que el desarrollo humano, el potencial y capacidades de la persona en su integralidad dentro de la Universidad, es posible gracias al desarrollo social sostenible, una amplia participación social de la población Docente en la construcción de una forma de vida más justa, digna y solidaria, lo cual implica una clara conciencia del impacto del conocimiento actual y el que se reevalúa cada día, en lo tecnológico, científico y social.

Finalmente, el interés de la Universidad de Manizales es lograr que sus académicos cada día estén vinculados en la producción de conocimiento y en una pertinente ejecución de su práctica como docentes creadores de nuevas políticas de desarrollo y gestores de nuevas producciones en su campo académico, personal y social.

El P.V.A. es una síntesis individual, organizada, de las actividades docentes en la trayectoria de su plan o Plan de Vida Académico Institucional; tratándose de sus experiencias durante toda su vida académica, en la que se sistematizan las experiencias docentes, los logros y estudios realizados durante su vida laboral y académica.

El P.V.A. cumple con el propósito de ayudar al Docente de la Universidad de Manizales a conocerse a sí mismo en su papel como académico, a reflexionar permanentemente sobre su labor educativa, y a conocer la cultura de la Institución en la que se desarrolla, de este modo, uno de sus principales objetivos es promover la autoevaluación, la autorregulación constante con miras alcanzar la excelencia académica y administrativa.

Fortalecer el Estamento Docente, columna vertebral de los grandes desafíos y retos de la Institución, su motivación, interés, conocimiento y capacidad de innovación depende en gran medida el logro de la Misión Institucional, por ello, el Plan de Vida Académico es motor que ayuda a movilizar el “compromiso Académico” en perspectiva de excelencia.

Compromiso Académico UManizales

Es la forma a través de la cual el docente expresa y hace pública su entrega a la docencia.

Plan Integral de Formación Docente

El Plan Integral de Formación es un proceso dentro del cual el Docente se prepara para pensar y reflexionar, para hacer y llegar a ser, simultáneamente. Pensar y reflexionar para producir, crear, y transformar la realidad con una visión crítica y pertinente, hacer en el sentido de desarrollar las habilidades, destrezas y aptitudes necesarias para actuar y reflexionar contextuadamente, llegar a ser, para perfeccionar la personalidad y alcanzar la evolución psicológica necesaria para el desarrollo humano, dentro de una perspectiva esencialmente ética de responsabilidad frente al trabajo y la valoración permanente de la dignidad humana.

El P.I.F. involucra las diferentes dimensiones que estimulan el desarrollo Docente y que direccionan la praxis desde cada una de las misiones de la Institución, el actuar Docente exige en la actualidad niveles de referenciación cada vez más abarcantes que contextualicen la realidad local con un alto sentido ético y humano que rescate las identidades propias, para poder tener la capacidad de interactuar y dialogar con otras culturas.

El avanzar a través de las diferentes categorías que promocionan y van categorizando el quehacer docente, exige niveles de capacitación, profundización y formación en los campos disciplinares, profesionales y pedagógicos, unido a una producción académica relacionada con los campos y categorías investigativas que orientan las preguntas sobre el tipo de conocimiento y saberes necesarios que aporten a la solución de los problemas y necesidades de la sociedad que cada día reclama mayor protagonismo por parte de la Universidad.