Matoneo escolar, valores y emociones
Abril 3 del 2022
El acoso o matoneo escolar es un hecho que se está viviendo en la cotidianidad de muchos escenarios estudiantiles y no puede pasar desapercibido por ninguna de las personas que integra las entidades escolares, más aún, cuando se tiene la certeza de las consecuencias emocionales que esta problemática genera en cada uno de los implicados.
Se denomina acoso escolar a los actos que se realizan de manera repetida y sistemática con el objetivo de humillar, maltratar, amenazar, discriminar, excluir, despreciar, golpear, señalar, desprestigiar, ridiculizar, etc, a un compañero indefenso que en medio del pánico, el silencio, la intimidación e inclusive el terror recibe de otros integrantes de un grupo escolar.
Los comportamientos disruptivos de algunos estudiantes, perturban el ambiente académico y las relaciones en los grupos. Esto, por supuesto, genera desconfianza, miedo, desasosiego, estrés, ansiedad y, a así mismo, conlleva a graves implicaciones en el rendimiento escolar y el proyecto de vida de los escolares.
Para los menores afectados, ir a estudiar se convierte en todo un acto de valentía. Mientras el miedo se apodera de ellos y toma ventaja, muchos comienzan a enfermarse; pierden el sueño, se llenan de ansiedad, tienen pesadillas, tics nerviosos, vómitos, dolores de cabeza, ideaciones suicidas, entre otros muchos síntomas.
Hay padres y cuidadores que carecen del tiempo necesario para escuchar lo que sucede en las aulas escolares y a sus hijos, a otros solo les interesa que ganen el año y minimizan e invalidan las emociones y sentimientos de sus hijos.
Ante esta delicada situación, es fundamental que en las familias haya momentos para hablar acerca de lo que sucede en los centros estudiantiles, de las relaciones de sus hijos con los compañeros y con los profesores. Es imperativo recordar que formar, es también aunar esfuerzos para cultivar una adecuada convivencia y una empática comunicación.
Los escenarios académicos deben no solo ser sitios para estudiar, deben ser también espacios agradables, apacibles, en los que el respeto mutuo sea también una de las asignaciones para originar sensaciones de seguridad y confianza. De igual manera la responsabilidad de educar en valores y aprender acerca del manejo de las emociones, es una tarea que comienza en casa, a través del ejemplo, de las habilidades para la buena convivencia, de fortalecer la autoestima, la autonomía, la asertividad y la empatía.
Así las cosas, estas enseñanzas no responden solo a necesidades individuales, sino también a que se conozca, profundice y se aprenda acerca del uso de recursos para afrontar las diversas situaciones que surgen dentro de la convivencia escolar, cuando aparecen los conflictos y con ellos el matoneo escolar.
Publicado originalmente en La Patria Manizales, en abril 3 del 2022. Enlace de la publicación original.
Más artículos de Fanny Bernal Orozco
[mostrar_cat_fcsh category_name ="fanny-bernal-orozco"]
Comentarios