Los sistemas de gestión como elementos dinamizadores de la competitividad empresarial*
Las organizaciones modernas se enfrentan frecuentemente a cambios en el entorno que les exigen estar preparadas para adaptarse armónicamente a los mismos y responder de forma oportuna. En este contexto de innovación constante las empresas deben tener clara la manera en que se gestionan sus actividades en diferentes frentes, como la calidad, el medio ambiente, la seguridad informática y la salud en el trabajo, la responsabilidad social, entre otros, para que puedan adaptarse y generar los cambios exigidos.
Con el fin de planear, ejecutar, evaluar y mejorar el desempeño en estos frentes, los sistemas de gestión juegan un papel fundamental en la gestión del cambio y del conocimiento, dado que parten de referentes estandarizados internacionales que han sido validados por la Organización Internacional de Normalización, denominada también Organización Internacional de Estandarización (ISO), con los sectores económicos, y han generado normas técnicas bajo las cuales las empresas pueden certificar el desempeño de sus procesos en los frentes mencionados.
Dentro de las normas más conocidas se encuentran la ISO 9001:2015 (Calidad), ISO 45001:2018 (Seguridad y Salud en el Trabajo) y la ISO 14001:2015 (Gestión Ambiental), las cuales, desde un enfoque de procesos y centradas en el cliente, plantean requisitos que van desde la planeación y mejora en el plano estratégico hasta la ejecución y el control en el plano operativo.
Es así como se realiza un despliegue estratégico desde la comprensión de las necesidades y expectativas de las partes interesadas hacia la evaluación y el mejoramiento continuo, resultado de la gestión eficiente y efectiva de estos sistemas. La certificación bajo estas normas se vuelve un elemento que dinamiza la competitividad en las empresas, pues les exige organizar sus procesos para poderlos estandarizar y documentar; ante cambios en el entorno la capacidad de respuesta es mayor, disminuyendo el riesgo de improvisación y de fallas en los frentes mencionados, dado que la variabilidad es un fenómeno constante en todas las actividades empresariales y que se puede atenuar con la implementación de estos sistemas de gestión.
Las organizaciones que han asumido el reto de incorporar y mantener estos sistemas de gestión inician con uno o dos y de forma progresiva le apuestan a otros, tras reconocer las ventajas para los procesos internos y para demostrar a los clientes y otras partes interesadas con las que se relacionan que tienen procesos de calidad, que piensan en la seguridad de sus empleados y de su información, y son responsables con el medio ambiente y con la sociedad.
La implementación de estos sistemas de gestión se debe hacer de manera integrada, con el propósito de optimizar los esfuerzos y recursos y maximizar el impacto en la competitividad.
*Jesús David Jiménez Quintero, graduado de la Especialización en Sistemas Integrados de Gestión y de la Maestría en Mercadeo. Líder de Calidad en la Universidad de Manizales.
*Las opiniones expresadas en este espacio no comprometen el pensamiento de la Universidad de Manizales.